El empresario Lázaro Báez presentó un escrito y no respondió preguntas al juez Julián Ercolini. El magistrado lo había citado a ingatoria por la causa en la que es investigado por supuestamente haber sido beneficiado en la concesión de obras públicas durante el gobierno kirchnerista.
Tras concluir la audiencia con Ercolini, Báez se dirigíió a testimoniar ante el juez Daniel Rafecas por la causa en la que denunció intimidaciones a sus hijos en el marco de las investigaciones judiciales en su contra.
Báez arribó esta mañana, poco después de las 9, protegido con chaleco antibalas y casco, a los tribunales federales de Comodoro Py. Allí debe prestar declaración indagatoria en la causa en la que se investiga el presunto direccionamiento a su favor de la obra pública en Santa Cruz.
El empresario fue trasladado desde la cárcel de Ezeiza, donde está detenido desde abril pasado en una causa por supuesto lavado de dinero, en medio de un fuerte operativo de seguridad y custodiado por una gran cantidad de agentes del Servicio Penitenciario Federal.
La ex presidenta Cristina Fernández había declarado el lunes por la misma causa. En un escrito, aseguró que no era "amiga ni socia comercial" de Báez.
La acusación de los fiscales Gerardo Policita y Ignacio Mahiques contra Báez se sustenta en una auditoria de las nuevas autoridades de Vialidad Nacional donde se habría detectado un direccionamiento de obras viales en favor de Austral Construcciones, la empresa madre de Báez, ahora en trámite de concursal.